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Cuál puede ser el impacto de los escándalos de corrupción en la elección bonaerense

Cuál puede ser el impacto de los escándalos de corrupción en la elección bonaerense

Las causas de Chocolate Rigau y Martín Insaurralde pusieron en la mira el financiamiento de la política; cuánto puede afectar a Kicillof o beneficiar a sus rivales, Grindetti y Píparo.

El último tramo de la campaña electoral con miras a la elección de gobernador de la provincia de Buenos Aires estuvo signado por una sucesión de escándalos judiciales que aún no terminaron. La posible implosión de todo un sistema político estremece tanto al poder Ejecutivo como al Legislativo. Al oficialismo y a la oposición: a todos los políticos que buscan perpetuar su poder, mediante mecanismos ahora investigados.
Mañana 14 millones de electores determinarán en las urnas cuánto impacto tuvo a la hora de elegir representantes las imágenes del puntero Julio “Chocolate” Rigau -acusado de estafas reiteradas supuestamente cometidas con tarjetas de débito de la Cámara de Diputados- sacando bolsas de dinero de los cajeros, y la difusión de las fotos del ex jefe de Gabinete Martín Insaurralde a bordo del yate “Bandido”, en Marbella, España.

Los electores irán a votar y con su sufragio opinarán sobre estos sucesos que son punta de un iceberg subterráneo que recién comienza y que continuará más allá del 10 de diciembre, cuando asuma el nuevo gobernador. Los electores comenzarán a administrar con su voto el cauce que tomará la implosión de la política bonaerense. Más allá del ritmo propio de los Tribunales.

Es que a sólo tres cuadras de la Legislatura y de la Casa de Gobierno, en la Unidad Funcional de Instrucción N°2 se tramita la causa que golpea a casi toda la política: el expediente que tiene por acusado a Chocolate Rigau puntero que trabajaba hace 21 años en la Cámara de Diputados.

Rigau no actuaba sólo y no es una excepción: otros de los titulares de las tarjetas de débito secuestradas en poder del puntero también llevan décadas como empleados, avalados por distintos bloques políticos, tanto del oficialismo y de la oposición.

La justicia aún no analizó la información del teléfono del puntero pero ya tiene una certeza: Rigau era empleado de la Cámara de Diputados desde 2002. Es decir que hace dos décadas transita por los pasillos del Palacio de la Legislatura situado en 53 entre 7 y 8.

Resta conocer hace cuánto tiempo hacía extracciones de otros empleados en el Banco Provincia. Por lo pronto, las claves de las 48 tarjetas en su poder correspondían a tres años: 2021, 2022 y 2023. Aún la justicia espera informes del Banco Provincia para determinar si esos movimientos de repitieron por dos décadas. Una vez que esté documentada esta información y en caso de confirmarse las extracciones de manera reiterada, la carátula de la causa podría cambiar para orientar la investigación a una delito contra la administración pública.

La victoria de Axel Kicillof, -que aspira a la reelección por Unión por la Patria- ya no es tan segura como en las PASO, donde obtuvo tres puntos de ventajas sobre los otros candidatos. En agosto, impuso con poco margen de 3.062.190 votos sobre Juntos con 2.721.922 votos y Libertad Avanza con 1.985.216 votos.
Las alternativas de gobernabilidad que ofrecen Grindetti (Cambiemos) y Píparo (Libertad Avanza) también quedaron en tela de juicio bajo el escrutinio del electoral que mira a la luz del día todo el sistema de financiamiento de la política: algunos de los titulares de las 48 tarjetas en poder de Rigau fueron empleados de Cambiemos. Y sobre la titular de Libertad Avanza también pesa denuncias, no comprobadas en la justicia, sobre administración de contratos en diputados.

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