El Colo ejecutó la cláusula de rescisión y ya es nuevo refuerzo del Brighton.
Se dio todo muy rápido en la vida de Valentín Barco en el último mes. Desde la convocatoria de Javier Mascherano para jugar el Preolímpico Sub 23 con la Selección Argentina en Venezuela, pasando por la oferta y el interés del Brighton, hasta la confirmación de su salida de Boca. Todo en un puñado de días. Y ahora, finalmente, se confirmó que al club le entraron los millones de dólares de la cláusula de rescisión, con lo que el Colo dejó automáticamente de ser jugador xeneize.
A Boca, en total, le entraron los 10.000.000 de dólares limpios. Sin embargo, eso no fue lo único que pasó este jueves, sino que además el defensor de 19 años se terminó convirtiendo enseguida en el nuevo refuerzo del equipo inglés. Firmó un contrato por cinco temporadas, hasta diciembre de 2029.
¿Por qué a Boca le convenía que se fuera por la cláusula y no por una venta?
Si bien la cláusula era muy baja por tratarse de un jugador de Selección y de la calidad de Barco, al Xeneize le convenía más que se fuera por esta vía antes que aceptar la oferta inicial del Brighton. ¿Y por qué?
En el caso de la venta, en primer lugar hay que detenerse en las condiciones de la misma. Brighton en cada mail que envió ofreció pagar el 50% del monto (primero fueron nueve millones de dólares y luego un poco más de 10) en febrero de 2025. Es decir, el efectivo con el que contarían las arcas xeneizes en lo inmediato no alcanzaría ni los cinco millones de dólares que por ejemplo Unión que pide por Kevin Zenón.
Pero eso no es todo, porque a lo que se cobre le faltan las deducciones habituales: cada transferencia regida por los reglamentos de AFA debe tributar (del monto bruto) el 25,5% de impuestos (15% para el jugador, 10% para Anses, 2% para AFA y 0,5% para Agremiados). Un descuento que sólo podría ser equiparado con el porcentaje que el jugador hubiera querido dejar en su primer club si una futura venta suya superara los 30 millones de dólares.
Por eso a Boca, que a la hora de firmar la renovación de contrato de Barco a principios del 2023 quedó entre la espada y la pared (o aceptaba las condiciones que incluía la cláusula a sólo 10 palos verdes o podía quedar libre unos meses después), le convenía más la cláusula. Y eso fue lo que hizo. Y eso fue lo que terminó pasando.
