Massa intenta dejar atrás el escándalo y que empañe lo menos posible su campaña. La reunión de intendentes 48 horas antes del posteo de Sofía Clérici.
El escándalo recién explotó el sábado en las redes sociales por un posteo de la modelo Sofía Clérici en su cuenta de Instagram. Pero, 48 horas antes, en un encuentro de intendentes del Gran Buenos Aires que tuvo lugar en Ezeiza, uno de los presentes sorprendió al resto de sus colegas: “Hay algo todavía peor”.
Reunidos en el distrito de la familia Granados, los intendentes discutían sobre la campaña, el caso “Chocolate”, un merecido homenaje al puntero de las tarjetas de débito Julio Rigau, y de la separación de Martín Insaurralde con la conductora Jésica Cirio, cuando uno de los jefes comunales se despachó con ese sombrío pronóstico.
Axel Kicillof en principio «no sabía nada». El gobernador, que desde la intervención de su gabinete tras la derrota electoral del 2021 propiciada por Máximo Kirchner y avalada por Cristina Kirchner soportó innumerables operaciones políticas por parte de Insaurralde, se enteró de que su jefe de Gabinete había descorchado una champaña a bordo de un yate en Marbella con una modelo, en medio de la campaña, mientras participaba de una actividad de la UOM. Sus colaboradores dicen que se quedó tan azorado -no estaba al tanto del viaje de lujo- como furioso: “Se lo llevaban los demonios”. Y que actuó tan rápido como pudo: junto a Massa, con la intervención de la ex presidenta, y en contacto con la mesa chica de la política bonaerense, acordaron la renuncia del ex intendente de Lomas de Zamora. Solo faltaba desactivar su candidatura a primer concejal de ese distrito que Insaurralde maneja desde hace una década.
Lo cierto es que la divulgación del escándalo, el fin de semana tuvo un volumen de conversación en las redes similar a “eventos de gran magnitud” como el atentado a la Vicepresidenta o el juicio de Fernando Báez Sosa, que este lunes acumuló una batería de denuncias, volvió a reavivar las internas en el PJ bonaerense en un tramo decisivo de la campaña, en medio de los dos debates presidenciales y de la lupa que se había posado en el sistema político provincial con el estallido del caso “Chocolate” que desnudó el financiamiento opaco de la política desde la Legislatura. Insaurralde en la costa del sol española no hizo más que confirmar las sospechas.