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En shock por la ola libertaria, los “neutrales” de JxC buscarán reagruparse en un espacio opositor de centro

En shock por la ola libertaria, los “neutrales” de JxC buscarán reagruparse en un espacio opositor de centro

Larreta, Morales, Lousteau y Carrió se reposicionan ante el sorpresivo ascenso de Milei en el poder; buscan sumar a Schiaretti y rearmarse en el Congreso

Juntos por el Cambio transita desde ayer una fase incierta de transfiguración. El arrasador triunfo de Javier Milei sobre Sergio Massa en el balotaje dejó patas para arriba el tablero político. Mientras Mauricio Macri y Patricia Bullrich, los promotores del pacto de Acassuso, procuran redefinir su alianza con el presidente electo para darle gobernabilidad y tener injerencia en el nuevo Gabinete, los referentes de Pro y la UCR o la Coalición Cívica que apostaron por una postura neutral en la segunda vuelta intentarán defender su identidad y edificar un espacio de centro en la oposición para subsistir. Son prudentes ante la incertidumbre que provoca la mutación del ecosistema político.

Pese a que Macri y Bullrich lograron salvar la ropa con su acuerdo con Milei tras la dura caída de JxC en las elecciones generales y se jactan de haber dado un sostén clave a los libertarios para doblegar a Massa, los radicales Gerardo Morales y Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió, líder de la CC, aspiran a construir una oposición racional al futuro gobierno de Milei. Macri y Bullrich se vanaglorian de haber tenido olfato político para percibir que la mayoría de los votantes de JxC se inclinaría por La Libertad Avanza ante la chance de que Massa llegue al poder.

No solo celebraron que Milei le haya sacado once puntos al oficialismo, sino también que el voto en blanco/nulo haya sido apenas del 3%. Esa cifra apenas subió en la Capital, bastión electoral de Pro. “La gente está enojada y votó en contra de Massa, no a favor de Milei”, analiza un aliado de Morales.

Larreta se esperaba una victoria clara de Milei. Las encuestas que había recibido horas antes de la elección arrojaban una diferencia de ocho puntos para el libertario. Ahora deberá subsistir en el llano. Pretende quedarse en Pro, donde desde ahora podrían convivir el oficialismo y la oposición. “Es una incógnita nuestra inserción en JxC”, admite uno de los armadores del alcalde. Larreta no se plantea un cambio de guión. Adoptará una actitud colaborativa y acompañar los proyectos que considere razonables para el país, y rechazará las medidas o iniciativas que crea dañinas.

“Claramente, Milei tuvo una victoria contundente, ahora lo importante es que pueda gobernar bien, pero nuestra postura será siempre racional”, afirman en el larretismo. Hace unos días, Nicolás Posse, futuro jefe de Gabinete de Milei, contactó a Larreta para pedirle su visión sobre la gestión nacional. En el entorno del alcalde repiten que está en un lugar “expectante”. ¿Podría sentarse a dialogar con los libertarios? Parece muy difícil, por los agravios que le dedicó Milei durante la campaña. Por lo pronto, provocó sorpresa el discurso del economista tras la victoria. “Mejor de los que esperábamos”, dijeron en Uspallata.

Larreta estuvo en contacto en las últimas horas con Diego Santilli, quien ya tendió lazos con los laderos del presidente electo. También procura aproximarse a Juan Schiaretti, un dirigente que salió fortalecido de los comicios y se imagina al frente de un armado de espacio de centro. Emilio Monzó piensa concretar esa jugada en la Cámara de Diputados, pero espera que los radicales redefinan su mapa interno de poder. El rumbo de la UCR será crucial, ya que el PJ y el kirchnerismo intentarán copar el rol protagónico en la oposición.

Está claro que Gustavo Valdés y Alfredo Cornejo disputarán el liderazgo de Morales y Lousteau. Es un enigma aún cómo se parará Maximiliano Pullaro (Santa Fe) en la puja interna. Por lo pronto, el comité nacional de la Unión Cívica Radical, que conducen Morales y Lousteau, emitió ayer un pronunciamiento para felicitar a Milei por su triunfo en el balotaje presidencial sobre Massa. Y mostró su predisposición a aportar una “cooperación republicana” al nuevo gobierno.

Los referentes del radicalismo más cercanos a Macri y Bullrich, como Ernesto Sanz, Valdés, Cornejo o Rodrigo de Loredo y Martín Tetaz, también tomaron distancia del pacto de Acassuso. Consideraron que JxC debía mantenerse como una alternativa y preservar el rol de oposición. Planeaban, sobre todo, hacer valer el poder de la coalición en el Congreso. En Diputados controlan unas 33 bancas y en el Senado podrían ser la tercera fuerza. La clave de la discusión por la transfiguración serán los gobernadores, que necesitan mantener la unidad, sobre todo, en la Cámara alta.

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